Ya de vuelta, os explico que esta receta la hice para llevar estos pastelitos a mi clase de inglés que justo coincidía con el día de mi cumpleaños, en principio había pensado en hacer unos blueberrys muffins que dejaré para otra ocasión puesto que me fue misión imposible encontrar arándanos azules ni frescos ni congelados en ningún supermercado ni frutería de mi zona. Por lo tanto, miré en casa y ¿qué tenía? pues galletas Oreo, casualidad que eran mini-Oreos y encima el paquete entero, decidido postre-merienda para todos.
La receta de los pastelitos he de confesar que no es mía sino que es de Alma Obregón de Objetivo: cupcake perfecto he de confesar que por ella me metí en este mundo de los cupcakes y me encanta su blog y su espontaneidad, pero la crema, la buttercream no es de mis preferidas puesto que me parece muy empalagosa por lo que utilicé mi Butercream de queso mascarpone y le añadí galletas oreo picadas.
Bueno no me enrollo más y os explico la receta:
Ingredientes: para 12 cupcakes
- 2 huevos
- 140 g. de harina
- 120 g de mantequilla a temperatura ambiente
- 2 cucharadas y media de cacao en polvo sin azúcar tipo Valor
- 1 cucharadita de levadura tipo Royal (la del Mercadona también va estupendamente)
- 1 cucharadita de extracto de vainilla (a mí como me encanta añadí un poquito más)
- 60 ml de leche
- 6 cucharadas de Oreo picadas.
- 200 g. de queso Mascarpone o en su defecto queso Philadelphia a temperatura ambiente
- 65 g. más de mantequilla a temperatura ambiente
- 250 g. de azúcar glass
- 1/2 cucharadita de extracto de vainilla
- El resto de Oreos picadas
Picamos las Oreo, yo uso el utensilio de la batidora para picar, en mi caso piqué 3 paquetes y medio de las mini-Oreo que vendrán unas 16 galletitas por paquete, 100 g. por paquete.
Precalentamos el horno a 170ºC (en el receta original es a 160ºC pero mi horno va mejor a esa temperatura, cada uno tiene que conocer su horno).
En un bol tamizamos la harina, el cacao y la levadura y después añadimos las galletas Oreo picadas.
Por otro lado, mezclamos la leche con la vainilla en un vaso y cuando tenemos todo preparado, nos ponemos manos a la obra.
Con una batidora de varillas, batimos la mantequilla con el azúcar hasta que esté cremoso y se haya blanqueado, añadimos después los huevos uno a uno hasta que estén totalmente integrados. Luego añadimos la mezcla de los sólidos, la mitad y seguimos batiendo, cuando esté integrado todo añadimos la leche con la vainilla sin dejar de batir y por último el resto de la mezcla sólida.
La masa la ponemos en los papelillos y después lo metemos en el horno durante 10-12 minutos o hasta que la prueba del palillo sea correcta (el palillo salga limpio al pincharlas). Dejamos enfriar durante unos 5 minutos en la bandeja de magdalenas y después las dejamos sobre una rejilla hasta que se enfríen del todo.
Para la crema, batimos la mantequilla durante 1 ó 2 minutos con las varillas eléctricas y se le añade el queso y el exxtracto. Batimos de nuevo a velocidad media y cuando esté bien integrado todo, vamos añadiendo cucharada a cucharada y sin dejar de batir el azúcar glas hasta que quede una mezcla cremosa. Lo metemos alrededor de una hora en el frigorífico y después con ayuda de una manga pastelera decoramos los cupcakes.
Deliciosos, realmente la crema es una bomba calórica en contra de la operación bikina, pero están tan buenos ... que una vez al año, no hace daño.
Así quedaron:
La peana es una pijada que me encontré en Club Cocina y no me pude resistir a la tentación de comprarla.
Yo en casa, con mi marido y mi hijo me comí 2 y cuando llegué a la academia no pude con más, estaba llenísima, que cosa más buena, la repetiré sin dudarlo. Creo que en la academia también quedaron encantados, por cierto, el nombre de la academia es Dragonfly en Valdemoro y desde aquí os mando un gran saludo.
Besos a todos.