Patatas rellenas de carne.

Madre mía como os tengo de olvidados, esta semana ha sido un poco caótica y no he podido publicar nada, tampoco he cocinado mucho puesto que he tenido congreso de expositor y la verdad es que no he tenido mucho tiempo.
No quería despedir esta semana sin ninguna entrada en el blog, por lo que como por orden toca receta salada, pues os pongo recetita. Perdonadme pero la entrada hoy va a ser cortita aunque no por eso menos buena.

Ingredientes: (para 4 personas)

• 4 Patatas medianas
• 200 g. de carne de ternera picada
• Queso rallado para fundir
• 1 cebolla
• Vino blanco, Jerez o Pedro Ximénez
• Sal 
• Pimienta
• Orégano

Procedimiento:

Lo primero cocemos las patatas con la piel en agua y sal durante 30 minutos y a partir de aquí pinchad la patata para ver si ya esta cocida, si la pincháis con un tenedor, está cocida cuando no tenéis ningún tipo de resistencia al introducirlo en la patata. Cuando ya están cocidas quitarlas del agua y dejarlas enfriar.
Una vez frías se pelan, las pieles se quitan muy fácilmente si tiramos de una punta con los dedos, yo lo hago así puesto que la patata se conserva mejor así, no se desmigaja en el agua y la patata no coge demasiada agua, además la forma de la patata se conserva mejor. Las partimos por la mitad, con una cucharilla las vaciamos por dentro haciendo un tipo de barquita y conservamos esta pulpa de patata.

Por otro lado, picamos la cebolla y la ponemos a freir en una sartén con aceite caliente hasta que esté transparente, en este momento, añadimos la carne, dejamos que se dore un poquito, la añadimos la sal y la pimienta al gusto, dejamos que se dore un poquito más hasta que este un poquito rosada pero a la vez bastante hecha y añadimos un vasito de vino. Dejamos que se evapore y una vez evaporado el vino, mezclamos con la pulpa de patata cocida que habíamos reservado quedando de esta manera una pasta ideal para rellenar las patatas y eso hacemos.

Una vez rellenas, añadimos el queso por encima, y el orégano y metemos a gratinar en el horno durante 10 minutos y ya tenemos nuestras patatitas rellenas de carne.

Una foto:




Una patata como siempre, se me chafó pero así salen del horno.

Después puedes acompañarlo con una salsa de tomate por encima y unas ramitas de perejil y a comer.

Espero os gusten estas patatas tan sencillas de hacer y un alimento super completo. Besos y hasta pronto

Pastel de rosas con pistacho y frambuesas

Esta receta la hice para el cumpleaños de mi suegra quería hacer algo especial y desde que vi esta receta en unos cupcakes de Cakes Haute Couture, me llamó tanto la atención que quería hacerla en algún momento y este fue el oportuno. La verdad es que el resultado fue algo sorprendente.
Sorprendente, porque al dar un mordisco a este pastel te sube por la nariz un ligero matiz a rosas muy agradable y el bizcocho está buenísimo.

Lo he llamado pastel porque a diferencia de la gran Patricia, no he hecho cupcakes y he utilizado un molde rectangular por lo que los tiempos con respecto a la receta original han variado.

Ingredientes:

• 110 g. de mantequilla a temperatura ambiente
• 110 g. de azúcar
• 3 huevos pequeños
• 55 g. de pistachos molidos
• 100 g. de harina de reposteria
• 1 cucharadita de levadura en polvo
• 2 cucharadas de leche
• 250 g. de frambuesas molidas y quitadas las semillas.
• 500 g. de nata para montar
• Azúcar glas
• Extracto de rosas

Procedimiento:

Precalentamos el horno a 180ºC.

Batimos la mantequilla junto con el azúcar hasta que blanquee y sea una masa cremosa, agregar los huevos uno a uno (no añadir el siguiente hasta que el primero no esté bien integrado) hasta que estén bien integrados. Añadimos los pistachos molidos y mezclamos. Después mezclamos la levadura con la harina tamizamos y vamos añadiéndola a la mezcla poco hasta la mitad, en este momento añadimos la leche y las frambuesas molidas, mezclamos y añadimos el resto de la harina y mezclamos bien hasta tener una masa homogenea.

Echamos en el molde y lo metemos al horno durante 30-40 minutos o hasta que el palillo salga limpio. Yo estuve alrededor de 45 minutos.


Montamos la nata, añadimos azúcar glas al gusto y 2 cucharaditas de extracto de rosas. Cuando el pastel está frío, metemos la nata en una manga con una boquilla 1M hacemos las rosas. Para darle el color, he pintado las puntas de la boquilla con colorante rosa de Wilton.

 La decoración decidí hacerla así puesto que me encantan esos pasteles de rosas que he visto por la web y ya que esta tarta tenía esencia de rosas que menos que hacerla.

El corte tenía un color espectacular, siento que la foto sea tan mala, un poco más y como siempre ni la hago. El color es un verde con toques rojizos que en contraste con la nata queda genial.

Espero os haya gustado a nosotros nos gustó y además sorprendió.

GALLETAS BOB ESPONJA Y SPIDERMAN

Hola a todos, tengo atraso de recetas pero en este caso me quedo con el apartado de decoraciones. Estas galletas se las regalé a Dani que ayer fue su quinto cumpleaños. Su madre me dijo que le gustaba Bob Esponja (como a todos los niños) y Spiderman (como a todos los niños también), por lo tanto, no me decidí por uno o por otro y decidí hacer los dos personajes en unas galletas. La receta no la pongo porque ya os he explicado que sigo la de Bea Roque del Rincón de Bea que nunca falla, como en los dos caso de decoraciones de galletas anteriores uno Galletas para la bienvenida de un bebé y las otras galletas para un madridista.  La proporción de la glasa 200 g. de azúcar glass tamizado por cada clara de huevo pasteurizada (algo menos de azúcar, puesto que no necesité toda la cantidad).




Espero os gusten.

 Quien vive en la piña debajo del mar...

Me faltó Patricio Estrella pero no me dio tiempo, espero poder hacerlo en breve.

 

Y aquí los Spiderman

 

Las formas las hice con un cortador de galletas redondo y con uno cuadrado ondulado. Los colorantes de gel de Wilton a excepción del rojo de Spiderman que es el Extra Red de Squires Kitchen. 

Besos para todos.

 

ARROZ NEGRO

Hace unas semanas, estuve en Valencia por motivos de trabajo, quedé alucinada con la ciudad puesto que me encantó. Como no, comí un arroz negro que me encantó y me propuse que cuando llegase a casa, tenía que intentar hacerlo. Me puse como una loca en la web a buscar recetas y al final en un librito que tenía de una promoción del diario El País, encontré la receta que he hecho en esta ocasión. Quedé bastante satisfecha con el resultado y por ello he decidido publicar dicha receta.

Ingredientes: (para 4 personas)

• 320g. de arroz bomba
• 300 g. de calamares pequeños.
• 200 g. de gambas
• 6 alcachofas (si no tenemos al natural, yo utilicé de las de bote y el resultado no me disgustó para nada)
• Caldo de pescado o agua
• 1/2 pimiento verde y 1/2 pimiento rojo
• 1 cebolla
• 2 dientes de ajo
• Aceite de oliva
• Sal
• 2 bolsitas de tinta de calamar

Procedimiento: 

Limpiamos los calamares pequeños, los troceamos. Pelamos las gambas. Con las cabezas y las pieles podemos hacer un caldo que después utilizaremos para nuestro arroz (dejar cocer una media hora y después colamos el caldo y machacamos las cabezas para añadir el jugo al caldo).

Cortamos en juliana fina las alcachofas, los pimientos, la cebolla y los dientes de ajo. Ponemos a sofreir en el aceite todas las verduras picadas a fuego lento durante unos 30 minutos, sin que se queme pero con un color tostadito. Se añaden los calamares y se saltean junto con el sofrito durante unos 10 minutos.
En una olla calentamos 2 litros de caldo de pescado o agua con el caldo de las gambas que hemos sacado anteriormente, llevándolo a ebullición y manteniéndo el hervor a fuego lento.

En el sofrito, incorporamos el arroz, lo salteamos durante 2 ó 3 minutos y añadimos el caldo de pescado (2 medidas y media de caldo por cada medida de arroz), en este momento yo añado la tinta para que el arroz vaya cogiendo el color. Ajustamos el punto de sal  y llevamos a ebullición, bajamos el fuego y mantenemos el hervor durante unos 16 minutos, agitando la sartén o cazuela de vez en cuando. Incorporar las gambas y dejar 2 minutos más la cocción. Para mí el arroz está en su punto después de unos 20 minutos totales de cocción, antes está duro y después está algo pasado.

Después de este tiempo servimos sólo o acompañado de una salsa alioli

 Quiero comentaros que Valencia me pareció un sitio excepcional os pongo algunas fotos de lo poco que pude ver, además de la playa de la Malvarrosa, vi el centro puesto que era donde teníamos el Simposium.

Eso sí, no podía irme de Valencia sin ver su famoso mercado, precioso y fascinante puesto que allí vi de todo, de todo de todo en temas de alimentación. La estructura es preciosa, y de allí me traje, como no, naranjas que estaban buenísimas, nada que ver con las que encuentras a estas alturas en el centro, unos tomates valencianos que sabían a tomate y unos albaricoques estupendos. Además un vino blanco y uno tinto de la zona, no era valenciano pero sí Alicantino.

Es una ciudad para repetir y con tiempo.

Por otro lado quiero agradecer a dos blogs maravillosos Maytarta y SomethinSweet porque me han otorgado un premio más que colgaré con mucho orgullo en mi blog, puesto que para mí es todo un honor recibir este premio de unas manos tan maravillosas como las de Mayte y Vera que hacen tartas y modelados espectaculares. Besos a las dos.

 

Este es mi premio, me parece tan tierno, que me encanta. Bueno, yo siguiendo mi tradición he decidido otorgarlo a todos mis seguidores puesto que sin ellos no tendría sentido este blog y a toda persona que me visite y se queda leyendo mis paranollas, mis aventuras y mis recetitas que para mí es una ilusión grandísima. 

Besos para todos y espero os guste esta receta tanto como a mí.

BIZCOCHOS DE SOLETILLA

Ya os comenté que mi marido últimamente me regaló el libro "La Biblia de los Pasteles" de Rose Levy Beranbaum, pues bien, estoy encantadísima con este libro porque tiene recetas buenísimas entre ellas estos bizcochos de soletilla que aunque me han salido feísimos, son igualitos, igualitos a los de toda la vida, no al típico que compras en el super, no, ese no, es igualico al que comprabas en la pastelería del pueblo que tenía ese sabor tan especial.

Esta receta me decidí a hacerla como el principio de otro proyecto de este fin de semana, pero no sé si llegarán puesto que mi hijo en cuanto los probó dijo, quiero más y de golpe se comío tres, menos mal que me han salido finitos.

He variado un poquitos las cantidades de la receta original y como os digo me han encantado. Tengo que dar las gracias a Rose por darme la oportunidad de experimentar con esta receta.

Ingredientes:

• 4 huevos pequeños a temperatura ambiente
• 75 g. de azúcar
• 1 cucharadita de extracto de vainilla
• 8 gr. de agua templada
• 75 g. de harina tamizada
• Azúcar glas para espolvorear

Procedimiento:

Precalentamos el horno a 200ºC y preparamos la bandeja de horno con papel de hornear para tenerlo preparado puesto que se aconseja que en cuanto esté batida la masa ponerlos rápidamente en la bandeja.

Batimos en un cuenco las yemas con 2/3 del azúcar hasta que tripliquen su volumen y sea un batido espeso, si utilizáis varillas eléctricas, ponedlo a máxima potencia durante 5 minutos y alcanzaréis ese punto del que os hablo. Añadimos el agua y la vainilla sin dejar de batir pero disminuyendo la velocidad y cuando se hayan integrado volvemos a subir a máxima potencia hasta que vuelva a espesar de nuevo. Añadimos la harina tamizada sobre esta mezcla y sin remover dejamos reposar mientras que montamos las claras.
Una vez bien montadas las claras seguimos batiendo y añadimos el azúcar que quedaba y batimos hasta que queden unos picos firmes.

Después y poco a poco y con una espátula vamos añadiendo estas claras a la masa de las yemas con movimientos envolventes para que no se bajen. Una vez integradas o bien se mete la masa en una manga pastelera con una boquilla lisa de 2cm. de paso aprox. o bien con una cuchara y sobre la bandeja preparada vamos añadiendo la masa haciendo la forma de bizcocho (o por lo menos intentándolo). Para mí fue más fácil con la cuchara puesto que la manga pastelera no la domino muy bien para estas cosas y me chorreaba por todas partes la masa.

Después espolvoreamos por encima el azúcar glas, la primera vez lo absorbe por lo que espolvoreamos una segunda vez. Metemos en el horno durante unos 8 minutos (este tiempo depende de cada horno y de lo gorditos que sean tus bizcochos) o hasta que estén doraditos.  Y listos para comer.

 

Como veis, aunque feísimos tienen un aspecto super esponjoso, os los recomiendo, la semana que viene os cuento el final de mi proyecto.

POLLO AL AJILLO

Es increíble como algunas recetas tan simples y con tan pocos ingredientes pueden estar tan buenas y enviarte a un momento de tu vida maravilloso porque te ha llevado de repente ese sabor a ese recuerdo de una persona, de un lugar o incluso de una vivencia. A mí me pasa con varias recetas y una de ellas es esta el pollo al ajillo. Me encanta y en casa también es un plato apreciado. Yo os voy a poner como lo hago yo, no tiene muchos misterios y es una receta que me la pasó mi madre y que también puede utilizarse con el conejo pasando a hacer conejo al ajillo (evidentemente).

Ingredientes: (para 2 personas)

•  1/4Kg. de contramuslos de pollo deshuesados(*)
• 3 ajos grandes
• 1 pizca de tomillo
• Aceite
• 1/2 vaso de vino blanco
• 1/2 vaso de vinagre
• sal

Procedimiento:

En una sartén se pone a calentar el aceite y cuando esté se añade el pollo previamente salado. Cuando esté doradito pero no terminado de freir, se añaden los ajos picaditos y el tomillo dejándolo rehogar unos 2 ó 3 minutos, después añadimos el vino y el vinagre y dejamos a fuego lento que se reduzca completamente el líquido y ya está, no hay que hacer más, super sencilla y super buena. Después a presentar y a comer.

 Para la presentación he usado vinagre de módena y canónigos.

(*) Yo he usado contramuslos deshuesados porque era lo que tenía pero puede ser el pollo en tajadas o como más os guste, pechuga, etc.

Espero os guste esta receta tan simple y tan buena. Besos